Un guardia vigila la zona del Banco de Santander tras el asalto |
Después del asalto este martes a la sucursal del Santander de
Olite, el temor a nuevos robos es el comentario en algunos círculos del
vecindario y más tras detectarse el miércoles, un día después de incidente del banco, la
entrada de ladrones en, al menos, dos viviendas unifamiliares del la Avenida de
Beire.
Los cacos,
en el caso de las casas, habrían actuado por la mañana, cuando los propietarios
estaban en su trabajo, y se llevaron alguna cantidad de dinero y joyas. Al
parecer, los ladrones actuaron con rapidez, revisando armarios y cajones
con violencia para huir pronto, una práctica que también se ha detectado
estos días en localidades cercanas, como Caparroso, según fuentes próximas a
los afectados.
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