domingo, 24 de enero de 2021

LAS RUINAS DE OLITE QUE VISITÓ EL “REYECICO” ALFONSO XIII

Al hilo de la foto de la casa desaparecida de Fulgencio Ayesa que estaba junto al Palacio de Olite (en la imagen una nueva perspectiva posiblemente de 1916), su nieto Alberto Lezaun, de 90 años, ha refrescado la anécdota de la poco documentada visita del rey Alfonso XIII a las ruinas a final de los años veinte y cómo su abuelo reconoció al monarca y le saludó con un “¡Vaya, el reyecico!” que abrió puerta a cierta relación.

            Lezaun, que nació en el edificio derribado, recuerda que aquel acercamiento espontáneo “hizo gracia” al rey, que estaba en la localidad de incógnito. Fulgencio Ayesa entabló conversación y Alfonso XIII le regaló una bandera que pasó a la Diputación.

            Con la permuta la familia Ayesa Llorente abrió un establecimiento junto al Portal de Tafalla que inicialmente se llamó Colón, como el navegante, y que abarcaba el negocio de baile, cine, frontón y luego bar.

          Fulgencio Ayesa Gorri pasó media vida entre San Rafael (Argentina) y Olite. Su nieto cuenta que en el viaje en barco se dedicó al juego de naipes y que, en cuanto tocaba tierra, regresaba para hacer lo mismo. Una vez le prohibieron la vuelta y, curiosamente, el barco naufragó, según el relato que llegó a la familia. 

        La única hija de Ayesa, Esperanza, volvió de París en 1964 y rebautizó el bar de Olite con el nombre de “Orly”, como se conoce desde entonces. Fulgencín hijo y Esperanza gestionaron el negocio hasta 2003.