En esta bella y poco conocida imagen, tomada hace más de
medio siglo, aparece la majestuosa casa que protegía la fachada de la iglesia
de Santa María de Olite. Estaba situada delante de la portada gótica que ahora
se restaura y en su patio interno también guardaba una galería que se apoyaba
en el claustro que actualmente vemos descubierto.
En
la casa, situada en el extremo derecho del acceso al ahora Parador de Turismo,
vivía el párroco y la familia del sacristán. También disponía de una gran
puerta enrejada, que desapareció cuando se derribó el edificio para realizar un
paso trasero al hotel y descubrir un monumento que en los últimos 50 años se ha
visto perjudicado por las inclemencias meteorológicas que han castigado la
piedra de unas esculturas que se han comparado con las de Notre Dame de París.