Los Reyes Magos llegaron a Olite/Erriberri y
dejaron en las últimas horas un cargamento de ilusiones y, sobre todo para los
niños, muchos juguetes. Pese al pronóstico, al final el recibimiento del
viernes fue en la Plaza, como todos los años, y la lluvia no apareció. La
cabalgata estuvo arropada por numeroso público y, en esta ocasión, lució con
más brillo gracias al refuerzo habido en la decoración de las carrozas, que
estrenaron un tren cargado de chavales y chucherías gigantes.
En cuanto a
SS.MM., en esta edición guardaron cierto parecido con Pablo Beorlegui, Luis
Miguel Izuriaga y el vecino senegalés Amadu. El Alcalde entregó a Gaspar la
llave mágica que abre todas las casas del pueblo y los pequeños pasaron en
duermevela la noche. En muchas ventanas se veían, antes del amanecer, zapatos
y botas bien brillantes. Tampoco faltó una copa de moscatel, para calentar el
ánimo de los magos y sus pajes.