domingo, 14 de junio de 2020

LA TORRE DE SANTACARA, UN DESAFÍO AL OLVIDO HISTÓRICO

El castillo data del siglo XIII
El castillo de Santacara (S.XIII) fue uno de los que desde la Merindad de Olite con mayor determinación defendió la comarca contra la invasión del reino en 1512 y, en un desafío a la gravedad, todavía mantiene milagrosamente en pie 30 metros de lienzo de la torre del homenaje desde la que se atisba una panorámica de lujo que va de la Higa de Monreal a las Bardenas. Dice la leyenda que los pueblos vecinos (Santacara, Carcastillo, Murillo el Fruto y Mélida) se miran de frente desde la fortaleza, como si jugaran a los naipes.
Croquis de la cómo pudo ser la desaparecida fortaleza
            Mikel Burgui, Iñaki Sagrado o Peio Monteano han estudiado la importancia de las ruinas en el contexto de la invasión por Fernando el Católico de la zona y cómo desde Santacara y las también importantes fortalezas de Murillo y Uxue los legitimistas de la zona, con apoyo de los fieles roncaleses, intentaron en 1516 y 1521 ganar terreno hacia Olite/Erriberri y Tafalla. La orgullosa torre de Santacara, sus sillares rojos por la huella de las llamas o las piedras derramadas en el montículo son aún testigos de aquella epopeya que acabó en derrota.
Un puente sortea el foso de acceso en la cima
            Hasta el castillo se sube bien a pie. Hay que hacer caso a los paisanos y llegar al final del camino y no detenerse en la primera escalera, que junto a la restauración magnífica promovió hace año el Ayuntamiento y el consorcio de la ZM con fondos europeos. El consistorio tiene bien cuidado un sendero que trascurre entre pinos y, al fondo, emerge un puente de madera que sortea el foso ante el que emerge imponente la torre-ruina del castillo. Merece mucho la pena.