viernes, 15 de enero de 2021

EL BARRIO DE ATXURI CUMPLE 50 AÑOS EN OLITE/ERRIBERRI

Nacido del ladrillo en una localidad de piedra
A mediados de enero de 1971 llegaron a Atxuri sus primeros vecinos, pioneros en tres bloques de pisos construidos en el extrarradio de Olite/Erriberri y que conformaron una comunidad de gente normalmente trabajadora, empleados de la desaparecida Cerámica Olitense o jornaleros del campo, que dieron vida a una barriada con vida propia que ahora cumple 50 años.

            Evocan quienes todavía viven y rondan entre los 80 y 90 años que el 14 de enero se instalaron los primeros habitantes en la calle Brígida Esparza, Jesús Jiménez y Ceci Miranda y Domingo Escudero y Blasita Ansa. Al día siguiente el camión de Domingo transportó los muebles de Ángel Martínez y Cochi Sola, que es la que mejor recuerda todo, y abrieron las puertas de su nuevo domicilio a la vez que Félix Montoya y Begoña Casanova.

Tomó el nombre de una barriada de Bilbao
            Aquel barrio, levantado de humilde ladrillo y cemento en un municipio de sillares medievales, nació en el lugar que ocupaba la antigua viña de Rada y el nombre de “Atxuri” se importó de otro que crecía en la misma época en el industrializado Bilbao y que se nutría de ladrillo olitense y de ahí que los empleados de la Tejería local, algunos también primeros pobladores, importaran el nombre para bautizar al nuevo espacio que cubría las calles Brígida Esparza, Santa Rita y Santa Brígida.

            Atxuri fue un barrio pujante en los años 70 y los 80. La población era joven y los chiquillos reinaban en unas calles sin asfalto, de barro y charcos cuando llovía, que se pavimentaron, es un decir, con trocitos de ladrillo que sobraban de la Cerámica Olitense en un trabajo en auzolan en el que cada familia aportó durante semanas la mano de obra.

Puri Valencia en su balcón de flores (1992)
            La vida en común era intensa y los lazos fuertes en torno a por ejemplo la única tienda del barrio donde Puri Valencia vendía pan, leche y de todo para, viuda, sacar a delante a sus pequeños, tres hijas y un chico. En “la Puri” estaba también el único teléfono del barrio y si, por ejemplo, querías llamar a Madrid avisabas para acudir a la trastienda. Puri tenía, y tiene, un balcón poblado de alegres geranios que es un buen reflejo de ella.

            En la calle también tenía casa el cura Javier Lorente, que tiró de lado a lado un cable para colgar una gran cruz repleta de bombillas con motivo de alguna fecha religiosa relacionada con Adoración Nocturna y, cuando ocurría, buscaba el cuarto de estar de los vecinos que podían entonces sintonizar ETB-1 para ver en euskera los partidos de Osasuna. La preparación de una carroza en la fiesta del “Día del Niño” también unió mucho al barrio, por entonces plagado de críos. 

Chicas del barrio en 1984

          
Mientras no hubo pandemia, que fue hace solo unos meses aunque ahora parezcan siglos, los más mayores de Atxuri, los que tenían “temple” y les gustaba estar “al tanto”, todavía practicaban largos veranos a la “fresca”, donde en noches de tertulia callejera se solían poner al día sin saber nada de internet y menos de redes sociales o Netflix.

            Feliz 50 aniversario a los habitantes de Atxuri, un barrio de gente sencilla pero de aupa que cumple años a pesar de coronavirus !!