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Ayudaban a los gremios y cobraban la mitad |
Exactamente 78 mujeres trabajaron entre 1389 y 1418 en la construcción
del Palacio Real de Olite, normalmente como peonas y con sueldo la mitad que
los hombres, según revela Simeón Hidalgo en su último trabajo sobre las marcas
de los canteros en el castillo que magnificó Carlos III.
La mayoría
de las trabajadoras aparece sin nombre en los registros, al lado de un
progenitor o marido del que depende (“la mujer de Pascualico”, “la moza de
Pedro de Arazuri”..).
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En los registros quedaron sus nombres |
No
obstante, en casi la mitad de los casos figuran con nombre propio o
apodo (María Marco de Uxue, Clara de Olite, Catalina de Larraga, Ochandeco...),
lo que permite adivinar que eran cabeza de familia ante la ausencia de un
hombre y que tenían algún tipo de protección por desamparo.
En “Las marcas de cantería en el Palacio de Olite” autoeditado por Hidalgo también se
concluye que el nombre femenino más utilizado era María y que, en general, las
mujeres trabajaban como braceras, proveían agua, pisaban tierra o, por ejemplo,
auxiliaban a los canteros al colocar sillares.
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Simeón Hidalgo, autor del libro |
Por debajo
de su categoría laboral estaban solo los aprendices, que como ellas ganaban
aproximadamente 3 sueldos frente a 6 los hombres. En las obras hubo un trío de
trabajadoras con más presencia: Catalina de Milagro, la hija de García de la
Aldea y Marieta o Marica la moza de Perrot el Buono. Les siguen en permanencia
cuatro más, María de Isava, Isabel de Orta, Francisca y Romea, que “cierne
yesso”.