
Si en los años treinta fue necesario
que Unamuno levantara el discurso de la inteligencia frente al régimen del viva
la muerte, no menos acuciante parece ahora que la voz de la intelectualidad
desaparecida resurja en rostros como el de Sánchez-Ostiz para regenerar una
sociedad podrida, que como dice el autor se sostiene a golpe de porra y
amodorramiento ciudadano... (Ver más)