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Antigua zona de carga de la estación |
Por Ángel Jiménez Biurrun
Desde la antigüedad,
recuas de acémilas con sus pellejos trasportaron el vino de Olite. Unas veces
venía a comprar galeras de fuera y otras eran los olitenses los que salían con
sus carros cargados de barricas y pipas hasta Pamplona, San Sebastián, Bilbao
y, muchas veces, Francia. A partir de 1860, aproximadamente, se inauguró el
camino de hierro del ferrocarril. Durante cien años el tren transportó el vino
a grandes distancias. Lo hizo en vagones cerrados, con pipas de roble de 25.000
litros. En Olite les llamaban “fudres”... (Ver más)