Veintidós veces se ha organizado la feria medieval de
Olite/Erriberri y en otras tantas ocasiones se ha celebrado con aceptable
éxito, como ha quedado demostrado este último fin de semana en la que la
afluencia de visitantes, salvó quizá el sábado por la mañana a causa del
tiempo, ha sido muy buena. Los artesanos y demás vendedores, en general, se han
ido contentos de Olite, que es, lo dicen ellos, el mejor mercado de la
comunidad.
Los tambores, los arqueros, la Coral, los actores de los Cadalzos, los combates de caballeros, la
representación teatral, los bailes y el Cortejo han estado geniales, con alguna
matización en el atrezo de varios figurantes. La organización, también del
orden público, de aparcamientos, limpieza, etc ..., ha salido de diez.
En este
panorama satisfactorio, quizá el único lunar negro, aunque pequeño, ha sido la desafortunada información del
periodista que vio gigantes donde solo había molinos en forma de banderas, una
torpeza tan evidente que otros medios de rigor minusvaloraron la exageración,
sobre todo después de la rápida reacción de la Alcaldía. No merece la pena
entretenerse más. El mercado de este año y sus fiestas medievales, más que
bien, que es lo que importa.