Se
cree que Leonor de Trastámara murió sobre las 20 horas del 27 de febrero de 1415
(han hecho 610 años) en la cámara mayor del Palacio Real, según un documento
que en el siglo XVII pudo hallar en el ayuntamiento de Olite/Erriberri el cronista
del reino José Moret.
La reina
consorte, también infanta castellana, mantuvo una relación con altibajos con el
rey Carlos III al que dio ocho descendientes antes de dejar este mundo. El
cronista escribió que en el momento de morir estaban a su lado el monarca, su
hija Isabel, su cuñada Juana, el conde de Cortes, el alférez mayor y el
canciller del reino, entre otros testigos.
Después
la introdujeron con solemnidad en un ataúd que llevaron a la cercana iglesia de
Santa María, donde toda la noche velaron el cadáver una multitud de vecinos que
acompañó los rezos de los frailes franciscanos.
Al
día siguiente por la mañana, después de una misa cantada oficiada por el Obispo
de Baiona, portaron el cuerpo hasta fuera de las murallas los señores Juan de
Echauz, Ojer de Mauleón, y Juan de Asiain, además del conde, alférez, canciller y otros hijosdalgo. En
representación de municipio estaban el alcalde Miguel de Ardanaz, Sancho
Ramírez de Cáseda y Juan Amurri el Joven.
Encima
de dos mulas había una plataforma cubierta de paños dorados donde sujetaron el
cuerpo de Leonor, que fue acompañada hasta la catedral de Pamplona por unos 200
hombres, cada uno con un hacha encendida, varios señores más y gentes a caballo.
En Iruña finalmente se celebró el funeral real.