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Josefina Lamberto guarda parecido con su madre |
La madre de Maravillas y esposa del ugetista Vicente Lamberto, asesinado casi a la par que su hija, recaló como criada en Olite/Erriberri poco después de los macabros sucesos unidos a la persecución de los republicanos ragueses. De estatura baja y con gafas, con un aspecto parecido a su otra hija Josefina, Paulina pasó los primeros años de trabajo en la casa de una mujer soltera que vivía en un edificio frente de la Bodega Cooperativa Olitense.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNWOOQLZjv28VaBeqlthRn6TNhOr1bTjwT5SUqiTKYYTSSFjp-XjZxk5YJJesEuvbqLhIzZaUu0vC26j0KP6e4eKKeLqq-BzmTKa9SDwJKQJ0xGnnr-CchPveB_IVxu5hxfyHzdK3cPs4/s320/Larragako+Loretxoa.jpg)
“Era muy callada y discreta”, recuerda una vecina que entonces era una niña. “Cuando murió la señora pasó a servir al convento de las monjas cerradas”, en el monasterio de las Clarisas, donde la acogieron.
“Hasta que un día desveló su secreto a mi tía, que le preguntó porque arrastraba tanta pena”, añade la olitense que ahora también rememora la figura de Maravillas Lamberto, “la florecica de Larraga y amapola del camino” que inmortalizó la canción de Fermín Balentzia.
“Cuánto tuvo que pasar aquella mujerica y
cuanto calló en Olite”, dice a la vez que no recuerda cuántos años estuvo en el
convento y a dónde fue a parar después, si bien hila que su hija superviviente,
Josefina, también acabó monja, aunque esa es otra historia ...