Niños de Olite con roscos en 2005 |
Todos los males de la garganta combate el buen san Blas,
santo de roscos, rosquillas, txantxigorris, pastas, chocolates y demás dulces
que cada 3 de febrero recuerdan los más lamineros de Olite con cariño. Desde la
mañana, en misa de 8 en las Clarisas y a las 10 en San Pedro, en las iglesias
del pueblo se bendicen viandas nacidas de la harina, la yema de huevo, el
azúcar y unos anisicos de colores que espolvoreaban la superficie oronda que,
antes, hacían las abuelas en casa y, ahora, venden los obradores y las tiendas
de alimentación.
Por la tarde, la bendición a golpe de
hisopo que escupe agua bendita toma el relevo en la iglesia de Santa María (19
horas), que se llena de muetes con roscas grandes que antaño se colgaban del
cuello con una cinta. Las mujeres, sobre todo, también acuden con bolsos de la
compra, porque san Blas, además, protege de mandarinas a plátanos, una pléyade
de alimentos con los que en casa se tocan otras piezas para que, todas ya
benditas, nos libren de catarros, toses, gripes, anginas, afonías, ronqueras,
carrasperas y otros ataques al pescuezo. Qué buen galeno y qué dulce es san
Blas !!!