domingo, 23 de octubre de 2016

CUANDO EL TELÉFONO DE OLITE ERA UNO Y PARA TODOS

Pilar Nicuesa, en la centralita de Olite
El teléfono hace solo unos años era como los mosqueteros, uno para todos y todos para uno. Cuesta creer, en la era de la comunicación móvil, que en los años sesenta el modo de hablar por el teléfono para la gran mayoría de las personas fuera acudir a las centralitas únicas de Correos y Telégrafos, que en Olite/Erriberri llevaron las  hermanas Pilar (en la foto) e Isabel Nicuesa Ganuza en una pequeña oficina que estaba en la rúa Romana, casi en la acera de enfrente de la bodega cooperativa Vega del Castillo.
            La centralita, con su panel lleno de clavijas y retorcidos cables que garantizaban la conexión, estaba atendida las 24 horas del día y las operarias vivían en el mismo local, al que el usurio se acercaba a través de la pequeña ventanilla para pedir una conferencia, recibir una llamada, enviar un telegrama o mandar una carta. Las hermanas Nicuesa atendieron aproximadamente una década este servicio que a los más jóvenes se les antoja hoy del Pleistoceno, casi como los libros de mosqueteros.