El respaldo del concejal de Bildu de Olite a los
presupuestos del Ayuntamiento gobernado por UPN ha saltado a la palestra
política, que estos días se debate entre comisiones de investigación, mociones
de censura y el adelanto electoral. El apoyo de Evaristo Calzada a las cuentas
de Francisco Legaz ha servido para que en medios políticos y periodísticos se estime que UPN también entabló relación
con Bildu en municipios navarros, sin tener tantos remilgos como los que ahora
proyectan los regionalistas ante un eventual placet de los abertzales a la
posible moción que llevaría al socialista Roberto Jiménez a la presidencia del
Gobierno, si Barcina no decide finalmente ser ella misma quien precipite los
comicios.
En Olite,
el préstamo del voto del concejal nacionalista ocurrió el pasado 19 de
diciembre, cuando el Ayuntamiento de UPN sacó adelante un presupuesto de 3,4
millones y una subida de impuestos del 4% (el doble que en localidades
vecinas). Los cinco concejales regionalista eran suficientes, pero el edil de
Bildu sorprendió al entregar su apoyo por “responsabilidad”, mientras el aliado
habitual de Barcina, la concejal del PP, se abstuvo y los dos miembros del PSN
presentes votaron en contra. En el mismo pleno salió adelante una moción de
Bildu en defensa de la estación de tren de Tafalla, un asunto sensible para la
coalición. En la propia Tafalla, Bildu negoció directamente con UPN la abstención
de su grupo para prorrogar los presupuestos de la regionalista Cristina Sota e
introducir enmiendas por valor de 300.000 €.