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El Palacio tenía una sala "sonora" |
Cuentan las crónicas que en el Palacio de Olite había una
sala con una decoración original por su sonoridad y que del techo colgaban
cadenillas con más de 5.000 discos de bronce de unos 5 centímetros que
tintineaban cuando el cierzo o el bochorno las acariciaba, una de cuyas piezas
apareció en una excavación hecha en los años veinte del siglo pasado pero de la
que, una vez más, no se ha tenido noticias al igual que la vidriera
o la talla
de San Miguel descubiertos en la época.
En la
memoria inédita de uno de los proyectos de restauración que no ganó el concurso
para reconstruir el castillo (1924), en la que compartían el olitense Leopoldo
Carrera Díez y Regino Borobio, se mencionan estos trabajos de excavación
previos a una visita
de miembros de la Sociedad de Estudios Vascos que celebraba su segundo
congreso en Pamplona en julio de 1920
El
investigador especializado en el monumento Aitor Iriarte siguió en su momento el
rastro del redondel que pudo aparecen en la zona del “Jardín alto” y añadió que
entonces “se recuperó uno de los 5.200 discos metálicos que fabricó Thierry
Bolduc para colgarlos del techo dorado (¿de la Sala de los Ángeles?) con cadenitas”. |
Habitación de la Reina, donde se ubica el techo |
El trabajo
mecanografiado de Carrera y Borobio, una reconstrucción menos efectista de la
ganadora de Yárnoz, precisaba que “el alfeizar de la Sala de la Reina da a una
extensa plataforma que constituye un elemento curioso del Palacio. Está sostenida
ésta plataforma por una serie de arcos en disposición ligeramente trapezoidal.
Sin duda y para contener su empuje está dispuesta la muralla en éste sitio en talud.
Con ocasión del Congreso de estudios Vascos se hizo limpieza en ésta parte
extrayendo de ella gran cantidad de escombros...”
Tras
describir los cimientos y marcas que aparecen, los arquitectos informaban de
que “a unos tres metros por debajo de ésta plataforma hay una pequeña estancia,
que hoy aparece en forma de patio con una ventana sobre el pueblo. En las
excavaciones practicadas en la plataforma apareció uno de los discos, de que
hablan los documentos de época como formando parte de un techo en disposición
un tanto caprichosa”. |
Dibujo del proyecto de Carrera y Borobio |
En el
informe que la Comisión de Monumentos de Navarra envió para que la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, y por tanto el Estado, declarara
monumento nacional a la “Alambra navarra” también hay una referencia a las
curiosas cadenillas que podrían haber colgado del artesonado de la que hoy
conocemos como Sala de la Reina, donde también la ubica la guía del palacio
Raquel Ruiz Baños.
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Proyección del Palacio de Aitor Iriarte |
Describe
las habitaciones del palacio, sus muros, los techos .... y señala que en uno de
ellos, “que parece ser el del cuarto de la Reina, presentaba la particularidad
de llevar una multitud de discos de cobre de unas dos pulgadas de diámetro
pendientes de cadenillas de un pie de longitud (aprox. 30 ctms). El viento, al
penetrar en la habitación, agitaba los discos que al chocar unos con otros
producían una extraña armonía”.