La muestra “20 villas y 27 lugares, 610 años de la Merindad
de Olite” que termina esta semana en la Casa de Cultura guarda un espacio
reservado para explicar quién fue el fundador de la nueva demarcación, Carlos
III el Noble, monarca navarro pero también príncipe valois emparentado directamente
con el rey de Francia, un conde de Evreux y, además, duque de Nemours. “Un rey
noble, en un reino europeo” se titula el panel que la exposición reserva a la
figura del monarca, una muestra por la que ya han pasado más de 200 personas y
que todavía se puede ver hasta el día 30.
Escudo real Navarra-Evreux |
La idea de crear una última merindad
en el corazón del reino guardó relación con la
construcción en Olite del más majestuoso de sus palacios, donde Carlos
III también asentó la corte y sobre la que giró la vida política navarra. El
último de los soberanos de la dinastía Evreux necesitó un gran palacio y un
territorio acorde con su estatus. Carlos recibió embajadores de toda Europa a
los que agasajó en Olite. En la corte celebró audiencias, organizó fiestas y
torneos, coleccionó animales exóticos o guardó una buena biblioteca. Tuvo en
Olite y su merindad un reflejo de la majestuosidad que quiso trasmitir.
El monarca firmaba Charles, en francés |
El rey, que firmaba sus documentos
como Charles, había nacido en tierras del Sena, en Mantes. Hasta la
adolescencia se crío en Francia bajo la protección de su madre, Juana de
Valois, hermana del monarca galo, y de su tía Blanca, que se casó con otro rey
francés, Felipe VI. Carlos III de Navarra era par de la nobleza parisina. Tenía
asiento en el Consejo Real de Francia, a
cuyas sesiones viajaba desde Olite, y desde 1404 también sostuvo el título de
duque de Nemours, con el que además firmó la constitución de la nueva merindad un
mes de abril de hace precisamente ahora 610 años.