lunes, 28 de marzo de 2016

ÉXITO DE LAS ENTRADAS POR INTERNET PARA EL CASTILLO

La novedad de poder adquirir entradas para el Palacio Real de Olite telemáticamente por internet ha resultado esta Semana Santa un éxito a tenor de los primeros resultados avanzados por los gestores del castillo, ya que, por ejemplo, el Viernes Santo unas 500 personas emplearon esta aplicación y así evitaron esperar en la taquilla, donde la cola se prolongaba desde la puerta del monumento hasta la fuente de la Plaza Carlos III.
            En previsión de esta avalancha, Guiarte, la empresa administradora, abrió dos ventanillas de venta presencial, una más de la habitual, para agilizar el tránsito. Además, en horas punta, la firma de Javier Adot y Katrin Setuáin estableció controles del aforo, de manera que no entraba más gente al Palacio hasta que no se evacuaba los visitantes que habían llegado antes.
            “Tenemos que estar súper contentos.  El pueblo estaba limpio. La gente contenta. Los comercios a rebosar. El parking de caravanas a tope. Las terrazas llenas ... Olite está de moda !!”, ha asegurado Javier Adot.

REPENSAR LA AVALANCHA

El turismo de esta Semana Santa en Olite/Erriberri posiblemente haya roto un nuevo récord al alza, a falta de computar últimos datos. Una tromba de visitantes ha inundado las calles y algunas estimaciones calculan que cada día han entrado en el casco antiguo mil personas más que el año pasado, que ya fue bueno. Se han repetido las colas ante la Oficina de Turismo y el Palacio Real, que con la incorporación de la reserva de entradas por internet ha agilizado su organización y satisfecho mejor la demanda.
            Con ser todo ello teóricamente bueno para la economía local, que es lo que importa, quizá haya llegado el momento de pararse a pensar. A reflexionar hacia dónde puede encaminarse en el futuro el sector y, en lo esencial, cómo crear empleo y prosperidad. El turismo de aluvión no es para nada desdeñable. Da trabajo y propaga la imagen de la localidad, aunque no debería conformarnos.
            Un peldaño más en calidad, en prolongación de las estancias o el incremento del gasto por visitante, sería el nuevo objetivo a lograr con un diseño coordinado de la oferta (hoteles, restaurantes y comercio) en combinación, por ejemplo, con una buena programación cultura. Para todo ello hace falta presupuesto, que es lo difícil de complementar, pero tener la idea que orienta ya es, en sí, importante.