martes, 13 de junio de 2023

RETRATO DE PAMPLONA HACE 600 AÑOS, Y DE OLITE TAMBIÉN

Portada del nuevo libro de Monteano
El historiador del Archivo Real y General de Navarra Peio J. Monteano ha escrito “Pamplona 1423. El rey, la ciudad y el euskera” (Mintzoa) cuando se va a cumplir 600 años del Privilegio de la Unión que conformó la capital del reino no como fusión de tres poblados de distinto sustrato étnico (vascones-franceses),  si no como solución a la exigencia que al rey Carlos III presentó una pujante y uniforme burguesía.

            Son ricas las novedades que aporta, como casi siempre, Monteano al descartar clichés tradicionales de división de los barrios de la Navarrería, con vecinos autóctonos, y San Nicolás y San Cernin, de una mayoría de comerciantes que había llegado de fuera.

            El investigador maneja, una vez más, censos de población que rompen prejuicios y presentan una población más uniforme que dividida en todo el perímetro. También rechaza “franco” como sinónimo de “francés”, ya que más bien designa a ciudadanos libres y con derechos.

El historiador en Olite

            Monteano escribe mucho y bien de Pamplona, claro, de la nueva ciudad unificada que se crea tras la orden dada por el rey Noble.  Analiza el idioma que se habla muy mayoritariamente, el euskera, como en tres cuartas partes del reino, algo que ya avanzó en anteriores trabajos.

          Pero además de Iruña, la segunda localidad que más aparece en el trabajo es Olite. Desde las primeras páginas en las que cuenta como el rey acude a la capital acompañado de un Príncipe de Viana niño, que llega desde el Palacio Real olitense escoltado de un séquito esplendoroso.

            Y Monteano vuelve a poner sobre el tapete cómo muy mayoritariamente la guardia más estrecha de escuderos y sirvientes que se desplazan y viven en Olite son euskaldunes de la Baja Navarra (Beaumont, Luxa, Mauleón, Ezpeleta, Echauz, Lacarra, Garro ...).

            Y también retoma la carta de Matxin Zalba a Martín de San Martín (clérigo “catato”), altos funcionarios de la corte olitense que se carteaban en euskera en un texto que conserva el Archivo y es considerando el más extenso en lengua vasca antes del siglo XVI. Muy interesante y novedoso lo que aporta Peio J. Monteano sobre Pamplona, y también lo de Olite.