Hace aproximadamente cien años la puerta de acceso al
castillo de Olite/Erriberri presentaba esta guisa destartalada. El soberbio
arco entrada estaba semi tapiado, no había almenas, ni remates y los sillares
parecían mal casados. A la derecha de la imagen se aprecia una casa adosada al
palacio, hoy desaparecida. En su puerta hay una mujer de blanco con un muete.
Tampoco es
igual el remate del campanario de la iglesia de Santa María. No hay rastro de
la torre circular ni del tramo final de la del Homenaje, donde actualmente luce
la bandera roja del viejo reino. Los hermanos Yárnoz de Artajona comenzaron en
los años treinta del siglo XX una restauración que limpió la cara a este txoko
de entrada al monumento, por el que sólo en la última Semana Santa han pasado más
de 12.000 personas.