La obra de Shakepeare se representó La Cava |
Hace un tiempo encontraron en el subsuelo de un aparcamiento
el esqueleto de Ricardo III de Inglaterra, protagonista de la obra
con la que el director Eduardo Vasco y la compañía Noviembre Teatro
prácticamente llenaron el viernes la apacible noche que transcurrió en el
escenario de La Cava del Festival de Olite.
A pesar de
padecer una escoliosis endiablada, como retratan sus huesos, los expertos
aseguran ahora que el rey era un hombre activo y no jorobado, al revés de como lo pinta
Shakespeare en su obra y con magisterio encarnó Arturo Querejeta.
El
“abyecto” Ricardo III (1452 -1485) es por obra del bardo uno de los monarcas de
peor recuerdo. Sanguinario, embebido en poder y dispuesto a vender todo por
salvar su cabeza, hasta su reino “por un caballo”. Asesino de aquel que le
hacía mínima sombra para ceñirse la corona, en la Torre de Londres todavía hay
una habitación que recuerda a sus dos jóvenes sobrinos desparecidos
misteriosamente. Ricardo fue el último York, su derrota y muerte en la batalla de
Bosworth puso el fin a la saga y es uno de los momentos culminantes de la obra,
tras el que los espectadores resuellan y meditan con el esplendor del castillo
de Olite de fondo...
La soberbia
excesiva de quien, por encima de todo, cree que el mundo gira entorno a él
planea en la obra versionada por Yolanda Pallín y recuerda tanto al momento de
hace 600 años como al actual, en el que el enrocamiento del juego político
tanto tiene que ver con la figura única de un presidente en funciones que, si
perdiera su pequeño reino, desempantanaría un situación endiablada, que no
tiene que depender del ego del Ricardo III de turno y de su retorcida figura.
Los ricos
matices del teatro de Shakespeare inducen, sin duda, a la reflexión sobre la embrollada
condición humana, y es un acierto de la obra. La función de Olite, no obstante,
resultó en momentos compleja, poco clara, más si el espectador se sienta
esquinado en un lateral de la grada desde el que no se aprecia con comodidad el
transcurrir de una de las mejores noches del festival que llega al ecuador y
debiera, también, cuidan mejor estas apreciaciones tangenciales.