Fidalgo pega un cartel en la campaña electoral |
La entrada de Javier Fidalgo en el Ayuntamiento de
Olite/Erriberri en sustitución de la recién dimitida concejal Maite Berdejo va
a acarrear un reajuste de parcelas de responsabilidad en el grupo de Alcaldía,
Agrupemos/Elkartu, cuando la legislatura encamina su último año.
Fidalgo,
noveno en la candidatura que ganó por mayoría absoluta en los últimos comicios,
tomará posesión en el próximo pleno y, en principio, se encargará de la
concejalía de Festejos, en plena ebullición con el asunto de un eventual cambio
de la fecha de las fiestas patronales y un calendario de consultas ya trazado. Su
antecesor se ha reunido dos veces con el tejido asociativo y empresarial que,
parece, no es muy partidario de variaciones severas. Este mismo mes hay
prevista una asamblea abierta al vecindario en la Casa de Cultura en la que,
como es lógico, se manifestarán intereses dispares que solo se dilucidarán con la propia consulta. En la vertiente más taurina de la concejalía, Fidalgo también se
podrá apoyar en el propio Alcalde que sigue de cerca un ámbito que le es familiar.
Ediles de Agrupemos a comienzo de legislatura |
El otro
frente abierto es la presidencia de la Mancomunidad del Servicio Social de
Base, que llevaba Berdejo, y se designa de forma nominal entre los pueblos que
conforman el ente. El Alcalde Andoni Lacarra ya se ha postulado para que la
presidencia quede en Olite/Erriberri, mientras que la concejalía de Bienestar e
Igualdad caerá en manos de Alejandro Antoñanzas una vez liberado de Festejos.
El resto de concejalías quedarían prácticamente igual, con algún eventual apoyo
de Fidalgo, exatlela, al edil de Deportes Mikel Abaurrea.
La
reordenación de tareas en la cola de esta legislatura se produce después de que
haya habido cinco bajas voluntarias de concejales, sobre once ediles que
conforman la corporación. Los cabezas de lista de PSN y UPN abandonaron pronto
tras quedar reducidas sus expectativas al puesto de representare de a pie,
mientras que Agrupemos ha registrado tres bajas, quizá un número excesivo a
causa de una presión poco compensada en lo emocional y laboral. La conformación
de candidaturas requiere de personas de un perfil complicado de encontrar,
sobre todo en lo femenino. Nunca en el Ayuntamiento se habían dado tantas dimisiones como en este
mandato.