Antontxo en la donostiarra Casa Vallés, templo de la "Gilda" |
La catedral del Buen Pastor de San Sebastián/Donostia acoge
este sábado el funeral por Antxon Vallés Azpiroz, de 57 años, conocido
hostelero perteneciente a la tercera generación de una saga familiar de
Olite/Erriberri que fundó Casa Vallés en el corazón de la capital donostiarra.
Entrar en
el bar de la calle Reyes Católicos y ver el cartel de aquí se pone rosado de
Olite era hace años toda una tarjeta de presentación, cuando Antxon (Antontxo
para muchos olitenses) y su hermano Blas, ya jubilado de la barra, hacían las veces
de embajadores “olitejos” en la Bella Easo.
Los dos
hermanos, su madre Carmen también fallecida, y luego la saga de hijos y nietos
han seguido unidos a Olite desde la casa familia “Ama Lur” ( Tierra Madre), en
el camino que lleva al popular Chorrón.
Vallés
había ingresado hace días con problemas cardíacos que no superó. Hombretón socarrón, era apreciado en el ambiente hostelero donostiarra, donde Casa Vallés
se considera la cuna de la “Gilda”,
el popular pintxo de anchoa y guindilla.
Antxon era un donostiarra muy olitense. Festero y solidario, figura entre los promotores del Chupinazo del 6 de julio en San Sebastián, de la Tamboreada Catedral Centenario y eran conocidas sus colaboraciones con ongs cono Zaporeak o el Banco de Alimentos.
El Diario Vasco recoge hoy cinco esquelas y una reseña informativa en su recuerdo. Antontxo estaba casado con Izaskun, tenía una hija, Nagore, y dos nietos, Telmo y Kai. Descanse en paz, goian bego.
Antxon era un donostiarra muy olitense. Festero y solidario, figura entre los promotores del Chupinazo del 6 de julio en San Sebastián, de la Tamboreada Catedral Centenario y eran conocidas sus colaboraciones con ongs cono Zaporeak o el Banco de Alimentos.
El Diario Vasco recoge hoy cinco esquelas y una reseña informativa en su recuerdo. Antontxo estaba casado con Izaskun, tenía una hija, Nagore, y dos nietos, Telmo y Kai. Descanse en paz, goian bego.