Excavaciones para restaurar el Palacio |
Guiados por el arquitecto encargado de la recuperación del castillo, José Yárnoz, una representación de la comisión encabezada por el diputado Leandro Nagore y los vocales José Mª Huarte y Luis Ortega estuvo en la localidad el 1 de julio de 1928, según recogió Diario de Navarra.
En la sección “Glorias de Navarra. En el Castillo de Olite”, el periodista escribe que la delegación estuvo arropada “por las autoridades de Olite y Tafalla y del señor Zozaya, encargado de las obras de conservación”, con los que vieron un cementerio o “antigua necrópolis que las operaciones de desescombro del solar han puesto de manifiesto no hace muchos días”.
La Comisión planteó un museo dentro |
Es entonces cuando el redactor cuenta que, antes de abandonar la localidad, los comisionados se entrevistaron con Félix García, “culto propietario de Olite, invitándole a que cediera la efigie de San Miguel” a lo que accedió para que fuera base del futuro museo que se iba a abrir “en la sala abovedada de la torre de los Picos”. La imagen del santo que mataba dragones, añade la nota, procedería del desaparecido templo de San Miguel, que estaba extramuros en dirección a Tafalla.
El periódico también explicaba que la donación de García podía servir de estímulo para que otras personas que tenían piezas del castillo las entregaran para que la Comisión de Monumentos de Navarra “propulsara una extensión de su museo en aquel Monumento”, vestigios que no faltaban como la vidriera de la “Bonne Foi” encontrada cuatro años antes en las excavaciones y nunca recuperada.
San Miguel en la Expo de Sevilla del 29 |
Sea como fuere, si la figura se guardó para el eventual museo que nunca fraguó o desapareció, lo cierto es que un año después de la información del diario la imagen de un decapitado San Miguel olitense, supuestamente del sXV, apareció entre las piezas que Navarra envió a la Exposición Universal que se celebró en Sevilla.
El pabellón navarro lo diseñó precisamente el arquitecto del Palacio Real, José Yárnoz, aunque la estatua del San Miguel, sin embargo, figuró como procedente de la iglesia de San Francisco. En el tempo franciscano, ahora clausurado y en venta, la escultura fue recolocada sobre el sepulcro de los Iracheta que hay en la entrada.