lunes, 15 de noviembre de 2021

BIENVENIDO FUERTES BUSTINCE, EL PRECIO DEL COMPROMISO

Sentencia que multa con 500 pts al padre
El ujuetarra Bienvenido Fuertes Bustince tenía 20 años cuando el 26 de abril de 1936 firmó como secretario la constitución de la agrupación municipal del Partido Comunista de Olite, decisión que tras el levantamiento militar le costó la huida del pueblo y la persecución de su familia, a cuyo padre pastor los tribunales de la dictadura condenaron al pago de una elevada multa de 500 pesetas de la época porque “favoreció la actuación de un hijo suyo que vivía en su compañía”.

            En un listado elaborado en el ayuntamiento olitense por las nuevas autoridades golpistas aparece Basilio Fuertes Ísturiz, de 48 años, como propietario de 200 ovejas con posibilidad de incautación, lo mismo que otros destacados republicanos de la localidad a los que se les valoran las propiedades y que, algunos, ya formaban parte de los 51 asesinados por los sublevados el 18 de julio.

Trabajadores del campo en la vendimia
            El padre del joven Bienvenido había nacido en El Frago (Zaragoza) y su madre Modesta Bustince Sierra en Ujué/Uxue. La familia estuvo en Olorón (Francia) hasta 1934 y, después, aparece en Olite/Erriberri donde se dedica al ganado ovino, según la semblanza que hace Ángel García-Sanz Marcotegui en el “Diccionario biográfico del socialismo histórico navarro”.

            La Casa del Pueblo de la calle San Francisco, número 27, (a comienzos de la República “Mártires de la Libertad”) reunía a los afiliados al sindicato UGT y distintas organizaciones que fueron evolucionando hacia la izquierda. En febrero de 1936 en este mismo local Bienvenido Fuertes y otros 17 olitenses crearon la sección local del Socorro Rojo de apoyo a los trabajadores encarcelados y dos meses más tarde la Radio Comunista de Olite.

Firma del dirigente desaparecido
            Bienvenido, que también escribió artículos en el periódico pamplonés “Trabajadores”, no aparece entre las víctimas locales tras el golpe de Estado. En 1940 su nombre figura en una lista de mozos en paradero desconocido llamados para alistarse como soldados, por lo que se deduce que pudo huir y salvar en aquel momento la vida.

            El que no pudo eludir el zarpazo de los tribunales franquistas fue su progenitor. El 1 de julio de 1940, el Tribunal de Responsabilidades Políticas de Navarra sentencia que Basilio vivía en Olite/Erriberri cuando los sublevados acabaron con el régimen legal republicano, que “profesaba ideología izquierdista aunque no consta afiliación a ningún partido”.

            Los jueces, después, cargan contra el hijo por su militancia comunista y precisan que el padre se trasladó a Ujué/Uxue tras el golpe de julio del 36. La sentencia considera que Basilio “favoreció la actuación” de su hijo Bienvenido con el que convivía, “si quiera expresa que no participaba de sus ideas”. Tras valorar el ganado de su propiedad en 8.140 pesetas, el tribunal franquista impone una multa de 500 a Basilio Fuertes “como responsable político” de la actuación del hijo.