El actual paseo de Doña Leonor, que toma el nombre de la que
fue mujer del rey Carlos III, se llamó popularmente durante años trasera del
Castillo, Tajada y hasta Taiada, en tiempos más remotos. Hace
aproximadamente un siglo, el caballero anónimo de la foto, elegantemente
trajeado, posaba cerca de los dos torreones del palacio viejo, ahora Parador de
Turismo. Detrás se ve el campanario de la iglesia de Santa María, que tampoco
tiene ahora ese pináculo, y más a la izquierda el popular Huevo o nevero del castillo.
En la foto faltan los remates que con
la restauración de los años treinta se construyeron a las torres de las Tres
Coronas, del Homenaje y la de los Cuatro Vientos con sus tres grandes
ventanales, la Tres Finiestras (fenêtre es ventana en francés) les
llamaban en los documentos medievales. El paseo de Doña Leonor ya no es hoy un
solitario camino polvoriento. Se ha convertido una concurrida carretera de
circunvalación para ir de Olite a San Martín de Unx, por la que a menudo
transitan los olitenses en sus horas de asueto.