Erriberriko txistulariak |
La relación entre Olite y Tafalla, como
la de los enamorados, siempre ha sido apasionada, para lo bueno y lo malo. Si
dejamos a un lado lo peor, porque no conviene recrearse, a la ciudad vecina
vamos los txarrines a casi todo.
También a animar su fiesta grande, la del patrón San Sebastián, a la que un 19
de enero de 1587 acudió a tocar el txistu el olitense Juan de Navascués, según
ha recogido el escritor José Mª Esparza Zabalegi de un legajo del ayuntamiento tafallés
que puede ser el rastro más antiguo referido a un txistularis de Olite que, cuenta
el documento, pasó dos días en el pueblo vecino por los que cobró dos ducados.
Aquel enero del que hace 427 años el alcalde de la ciudad del Cidacos era
Miguel de Azpilicueta y gastó 42 reales para realzar la fecha “con los dançadores la bispra y día del
Señor Sanct Sebastián en darles de comer y alquileres de cascabeles y otros
gastos”.
Además del de Olite, Joan Françes,
Pedro de Salazaga y Pedro de Ezpeleta cobraron también por animar San Sebastián
con sus “atambores y tropetas”. Ese
año hubo una compañía de teatro, por la que se pagaron 50 reales a Joan de
Aragón. Al año siguiente se contrataron a dos de Puente la
Reina, “tañedores de trompetas”.
(Archivo Municipal de Tafalla, Leg. 1158, f. 160, 161, 166)