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Ángel Jiménez falleció a los 93 años |
La iglesia de la Asunción de Iruña acogió el martes el
funeral por Ángel Jiménez Biurrun, que en sus 93 años de vida amó con pasión su
Olite/Erriberri natal, del que escribió abundante e investigó costumbres y la
historia cercana al pueblo.
Criado en lo
peor de la posguerra, Ángel cultivó su tiempo mozo cerca de grupos cristianos
progresistas. Se aproximó a los curas más abiertos y las hermandades obreras de
acción católica (HOAC), que tanto le inspiraron en el estudio del
cooperativismo agrario y la figura de Victoriano Flamarique, del que fue
experto y biografió en la Enciclopedia Auñamendi de Bernardo Estornés.
En lo
oscuro del franquismo se atrevió a escribir “Historia
de un pueblo” en la que, por vez primera y se la jugaba, puso nombre al
medio centenar de vecinos republicanos asesinados en el golpe de estado del 36 e
interpretó la historia local desde la pérdida del comunal. El trabajo
clandestino se repartió mano a mano mediante copias que pasó a máquina su
sobrino el escritor Javier Rey, también fallecido. Nunca se ha ponderado bien
esta labor que merece una reedición digna.
Pero Ángel
Jiménez no se agotó ahí. En el Archivo General del Reino, en la Pamplona a la
que el albañil ilustrado se trasladó y fundo familia, dejó dioptrías entre
legajos que hablaban del pasado de su pueblo. Por ejemplo, halló un documento
principal de 1574, al que no se ha dado todo el valor, en el que un pregonero
leyó en euskera un bando en la plaza de Erriberri.
Ángel era más
rico y sus temas abarcaban un abanico en el que sentía debilidad por la
desaparición de un mundo rural que vio agotarse de niño y la trasformación de
Olite en una localidad más urbana, menos dependiente del agro, asuntos que
trató con sensibilidad en sus colaboraciones en la revista Merindad y
anualmente en el programa de las Fiestas, del que fue gran defensor.
Ángel Jiménez
vivió su madurez en el barrio pamplonés de San Juan. Contó con la amistad, por
ejemplo, de su vecino y gran intelectual artajonés José Mª Jimeno Jurío. Estuvo
casado 40 años con la también olitense Rosa Ramírez y tuvo tres hijos que le dieron
hermosos nietos. Con 93 se ha ido la pluma que durante años escribió la
historia más cercana al pueblo de Olite/Erriberri. Goian bego Ángel jauna.