La vidriera se expone junto al altar |
La pieza es muy vistosa, del año 1865, y está firmada por el vidriero francés Gustave Pierre Degrand que trabajó en el Vaticano. Pertenece a un conjunto de cuatro donadas por Nicasio Labarta, emigrante olitense en México que benefició a su parroquia. Ahora, la restauración ha costado casi 14.000 € y se pide la colaboración de los feligreses.
Arriba a la derecha, hueco desde el que cayó |
Los expertos estudiaron y clasificaron los vidrios salvados tras el accidente. El año pasado, finalmente, la parroquia encargó la reparación a una empresa especializada que ha terminado el trabajo en junio. El resultado es estupendo, tal y como se puede admirar ahora a la altura de los ojos.
Una vez restaurada, la vidriera tiene que volver al ventanal. Queda todavía estudiar el estado del marco y, también, de las otras tres piezas hermanas que cuentan la vida del patrón del templo. Para documentarlas fotográficamente se ha utilizado incluso un dron. Preocupa también el estado de otra del muro norte. Para asegurar la sujeción habrá que colocar andamiaje. Y todo cuesta dinero, explica el panel que detalla el presupuesto que ya se ha invertido en la recuperación.
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