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El periódico "Trabajadores" recogió la crónica de la foto |
La olitense Fermina García y el pamplonés Santiago Jordan se
casaron en el juzgado de Olite/Erriberri el 1 de abril de 1936 y con el gesto
abrieron una rendija, que el golpe de estado cerró muy pronto, a la celebración
de uniones civiles hoy comunes pero entonces de difícil encaje en una sociedad
fuertemente jerarquizada y muy religiosa. Se cumple 85 de aquel paso valiente,
que contó en el periódico “Trabajadores” Tomás Chivite Fernández.
El
semanario del sindicato UGT en Navarra, que funcionó de marzo de 1932 hasta
el levantamiento franquista de julio del 36, recogió en su sección de Actos
Civiles del número 261 (11-IV-1936) la crónica firmada por Chivite, que además
de testigo y amigo de la pareja fue primer teniente de alcalde y destacado
sindicalista.
El edil
perteneciente a la conjunción republicano-socialista que gobernó la localidad
destacó en su columna que la boda tuvo lugar no sin presiones de la “caverna” conservadora.
A pesar de ello, la unión se celebró en un acto por todo lo alto, “animadísimo”,
con el calor de la familia y “la mayor parte de los camaradas y simpatizantes
de la UGT de Olite. Firmaron el acta como testigos el propio Chivite, que
acabaría sus días exiliado en Chile, y Cesáreo Azcárate Domíguez, fusilado tras
el golpe militar en el Perdón junto a su hermano Julián y que también había
sido insumiso en la guerra contra Marruecos.
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Imagen se la misma jornada con Chivite abajo a la derecha |
El relato
de Tomás Chivite también se para en el contexto, en una comitiva desde la Plaza
al juzgado a la que no faltaron “las gentes de la reacción” entre las que los
convidados se abrieron paso como en una “procesión”: “creía que el acto se iba a
celebrar en el mayor desorden, ¡pero qué decepción!”, escribe el que también
fue fundador del PC olitense.
Tras la
boda, “el novio quiso regalar una foto, hicimos un alto y unidos todos los
camaradas con el puño en alto y al lado de nuestras banderas se tiró la placa”,
en un lugar de la Plaza próximo a la fachada del actual bar la Fragua. “Esta
fotografía nos servirá de recuerdo al grandioso primer acto civil celebrado en
Olite”, añade el cronista.
La histórica imagen se corresponde
con una serie de la que también se hizo muy popular otra foto en la que posan
los invitados en la comida (Tomás Chivite está sentado sobre un garrafón). El
narrador cuenta que después hubo café, música y baile. Lamenta que algunos músicos
reaccionarios no acudieron al festín y, para terminar, da las gracias a los
jóvenes contrayentes y pide que se imite el ejemplo de “esta valiente pareja a
la que deseamos toda clase de venturas”.