jueves, 31 de julio de 2025

EL PRÍNCIPE DE VIANA, ORIGEN DEL TEATRO EN NAVARRA

Zuza compara al Príncipe con Hamlet
Ahora que se celebra el Festival de Olite/Erriberri es buen momento para recordar que en las navidades de 1448 y en Tafalla el Príncipe de Viana empleó precisamente una obra de teatro para poner en solfa a su padre y gran enemigo Juan II de Aragón, que le robó la corona. Es la referencia más temprana al arte de Shakespeare en Navarra y fue el historiador Mikel Zuza quien la descubrió y divulgó en su libro “Príncipe de Viana, el hombre que pudo reinar” editado por Pamiela. 

            La obra indaga en un documento inédito con 87 acusaciones recopiladas por los adversarios agramonteses de Carlos de Viana, entre las que estaba la organización de un banquete en el que el hijo de Blanca de Navarra invitó a su padre y sus vasallos castellanos y después representó un sainete que los ridiculizaba.

            Hasta el descubrimiento de Zuza eran las comedias representadas en 1494 tras la coronación de los últimos reyes Catalina de Foix y Juan de Labrit la referencia que marcaba el inicio de la historia del teatro navarro, o sea 46 años después que la fiesta tafallesa.

             La obra que se vio, “Entremeses de los Doce Pares”, enlazaba con los caballeros que acompañaron al emperador Carlomagno, de quien el príncipe se declaraba descendiente “en recta línea”, de la misma estirpe que había llegado a la corona navarra frente a su padre, rey de Aragón, y sus aliados castellanos a los que asociaba con las Doce Tribus de Israel, hebreas.

             Según Zuza, “Carlos fue un hombre muy culto, amante del sosiego y de los libros, que conocía a sus paisanos y residía habitualmente en Olite, aunque visitaba regularmente también muchas otras localidades como Pamplona, Estella, Tudela o Roncesvalles. Mientras que su padre, en estado de guerra permanente, sólo quería a Navarra para obtener los recursos económicos que le permitiesen mantener vivas sus empresas castellanas”. Y por eso también el Príncipe de Viana merece una estatua que en bronce lucirá próximamente en nuestra localidad.