viernes, 18 de junio de 2021

CARLOS MAULEÓN, CAÍDO EN NOÁIN (1521) Y ENTERRADO EN SAN FRANCISCO DE OLITE

Escudo conservado en el sepulcro familiar
No se conocen muchos nombres de los navarros que sucumbieron en Noáin el 30 de junio de 1521 en la batalla en la que los legitimistas cayeron derrotados, pero se sabe que uno de ellos fue Carlos Mauleón y que fue enterrado en Olite posiblemente en la iglesia de los Franciscanos, hoy cerrada, pero que conserva el sepulcro familiar adornado con un espectacular escudo con la armas que defendieron la Navarra soberana hace ahora 500 años.

           En la cabecera del templo, junto al altar principal desacralizado que utiliza a veces el Gobierno de Navarra en la ceremonia del Premio Príncipe de Viana de la Cultura, puede dormir para la eternidad el que también fue noble agramontés, señor de Traibuenas y sobrino del Mariscal de Navarra. Además de Mauleón, y aunque la historia la escriben los vencedores, se sabe que perdieron la vida contra las tropas españolas “el señor de San Martín, Juan de Sarasa y Charles de Navaz”, que era de Tafalla. Después, los conquistadores confiscaron sus bienes y sus hijos fueron privados de herencia.

            Sin duda, en Noáin murieron muchos más paisanos de a pie que en la documentación no figuran, una cifra que los cronistas castellanos exageraron entre 5.000 y 6.000 bajas en el bando aliado franco-navarro, y reducida a un millar por el historiador villavés Peio J Monteano que ha revelado aspectos novedosos sobre la batalla en su último libro “Noáin 1521, el fin del principio” (Mintzoa).

            El también investigador del Archivo Real y General de Navarra cuenta que al referirse a la decisiva batalla de hace 500 años “las crónicas españolas ignoran sistemáticamente a los navarros que lucharon a las órdenes del general Lesparre (Asparros)”, encomendado por Enrique II de Navarra y Francisco I de Francia para defender el territorio del avance de ejército del emperador Carlos V de Alemania y I de España.

           Mauleón “no se separaba de Lesparre”, cuenta Monteano en su libro, y siete días antes de la derrota tomaron Miranda de Arga para reponer al noble como alcaide de la fortaleza. Además, la víspera del enfrentamiento el joven de Barásoain Martín Azpilicueta recorrió la Merindad para alistar tropas. Pasó por la Valdorba, Tafalla, Olite, Pitillas y en Caparroso se detuvo al enterarse que el marqués de Falces cambiaba de bando, traicionaba al rey Enrique, y “se había levantado por España”.

            El movimiento del aliado de la familia castellana de los Velasco evitó que unos 4.000 soldados de Olite, Tafalla y la Valdorba reforzaran el ejército franco-navarro que luego fue diezmando cerca de donde ahora se sitúa el aeropuerto de Noáin.

            A medio día del 30 de junio comenzó el combate en el que Lesparre resultó gravemente herido y Mauleón perdió la vida. “A la misma hora que se oían los últimos cañonazos en Noáin, llego a Solchaga (Valdorba) el señor de Xabier, hermano del santo, con más milicianos de Olite y Sangüesa que ya no pudieron evitar el descalabro y que algunos, enterados, emprendieron destierro hacia la Baja Navarra. A partir de ahí comenzó el principio del fin del reino soberano. 

           El escudo de Mauleón, sin embargo, todavía resiste en buen estado en el sepulcro que perteneció a la familia de Carlos, patrona de la capilla mayor de la iglesia de los franciscanos olitenses. El templo fue reconstruido en el s.XVIII, pero mantuvo la heráldica sobre la estatua yaciente de una mujer de la saga. “Ignoranos que localización ocupaba en el templo primitivo”, asegura Clara Fernández-Ladreda en su libro “El arte gótico en Navarra”. El antiguo archivo del convento, cerrado en 2014, guardaba también los testamentos de quienes fueron señores de Rada y Traibuenas y estaban emparentados con el mariscal del reino, como todavía hoy recuerdan unos escudos de madera policromada que se conservan impecables.