La clausura definitiva, por la escasez de vocaciones, del convento de los
Franciscanos de Olite/Erriberri este lunes, señalada festividad de la
Inmaculada en la ciudad, va a dar mucho que hablar sobre la influencia que
ejercieron sus moradores durante los últimos ocho siglos en la localidad y su
Merindad. Ha sido importante la huella histórica, la religiosa, la artística y
hasta la económica. Pero una de las aportaciones más singulares ha sido la de
convertirse en centro de irradiación de la cultura vasca, y sobre todo del
euskera, en la navarra meridional, un territorio no especialmente fácil para la "lingua navarrorum" ... (Ver más)
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