El balance general de las
vacaciones de Semana Santa ha sido satisfactorio en el sector turístico local. En términos amplios, los comercios, bares, restaurantes y hoteles han
trabajado bien, como no se había visto en muchos meses precedentes. Pese a la
lluvia caída ciertos días, sobre todo el Viernes Santo por la tarde, la
afluencia de turistas ha sido relevante. Incluso se llegaron a formar las
habituales colas para entrar en el Castillo. Los hoteles cubrieron sus
plazas y los restaurantes y terrazas se llenaron, gracias a que los
profesionales también introdujeron ofertas en precios para competir con la
crisis.